Castillo de Sant Ferran en el Alt Empordà

Castillo de Sant Ferran en Figueres

El Castillo de Sant Ferran es una gran fortaleza construida en una elevación llamada el pla dels Caputxins.

Está situada al noroeste de Figueres, en el corazón del Alt Empordà.

Fue levantado a partir del 1752, según planes de Juan Martín Cermeño por orden de Fernando VI de España, como defensa del paso fronterizo con el Estado francés.

Este emplazamiento ha sido controvertido por cuanto es dominado por elevaciones vecinas.

Inspirado en las teorías de Sébastien Le Preste tiene forma de pentágono irregular, con una longitud de 850 metros de Norte a Sur y 500 metros de Este a Oeste, además de un perímetro de 3,2 km.

El Castell de Sant Ferran ocupa 32,5 ha de superficie. Tiene seis baluartes y siete revellines y toda la obra está rodeada de un ancho foso y glacis y caminos cubiertos.

Caben diez mil hombres y tiene troneras para unas 250 piezas de artillería.

Castillo de Sant Ferran en el Alt Empordà

La longitud total de los fosos es de 5 km.  En el patio de armas hay cisternas donde caben 10 millones de litros de agua.

Las obras de construcción también fueron dirigidas por Pedro Martín Cermeño.

Además, durante la Guerra Grande, y tras la derrota de Mont-roig y la muerte del conde de La Unión, su gobernador Andrés de Torres lo entregó a los franceses sin batalla.

Así mismo, durante la guerra de la Independencia fue ocupado por las tropas francesas desde 1808 hasta el 1811.

También fue tomado en abril por el ataque sorpresa planeado por los hermanos Pou y su cuñado Joan Marqués, de Castelló d’Empúries, pero en agosto fue recuperado por los franceses que lo conservaron hasta el 1814.

El castillo se rindió nuevamente en 1823 a los Cien Mil Hijos de San Luis.  El año 1906 fue convertido en penal civil, función que prestó hasta el 1933.

Durante la guerra civil, acogió las obras del Museo del Prado y tuvieron lugar las últimas reuniones del gobierno y el parlamento de la República.

Cabe destacar que durante el franquismo alojó divisiones militares hasta 1965, que pasaron al centro de instrucción militar de Sant Climent Sescebes.

Desde este año fue prisión militar, y sirvió a este propósito hasta el 1991.

Estuvieron encarcelados miembros de la Unión Militar Democrática (1975), objetores de conciencia.

Además, al establecerse el régimen democrático cumplieron parte de la condena varios sentenciados por el intento del golpe de estado del Vigésimo tres de febrero, entre ellos Antonio Tejero.

El 1997 fue abierto al público y se habilitaron visitas guiadas.

Se han llevado a cabo numerosos trabajos de conservación y restauración.

Desde 2003 la fortaleza es gestionada por un consorcio integrado por el Ministerio de Defensa, la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Figueres, organismo al que el Ministerio de Defensa cedió el uso de los terrenos e instalaciones del castillo por un período de cincuenta años.

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