La diversidad de el Barrio de El Raval
En El Raval hay establecimientos de comestibles regentados por pakistaníes, tiendas de ropa india o puestos de comida italiana.
Si algo caracteriza a El Raval es la interculturalidad, ya que más de la mitad del vecindario proviene de otros lugares del mundo. Después de la española, las nacionalidades mayoritarias son la pakistaní, muy concentrada en el Raval sur, y la Filipina, que se encuentra, mayoritariamente, en el Raval norte.
Es un lujo tener esta fusión justo en el centro de Barcelona. Normalmente la diversidad está en las periferia.
El Raval se encuentra en el distrito de Ciutat Vella, junto al puerto y La Rambla, las rondas de Sant Pau y de Sant Antoni y la calle de Pelai. Cada día pasean por el barrio centenares de turistas, pero todavía conserva su esencia popular. Sus calles estrechas y llenas de vida esconden las historias más curiosas de la ciudad.
El barrio obrero
El Raval no tomó forma hasta el siglo XVIII. En los terrenos que habían sido ocupados por huertos se construyeron las primeras manufactureras, lo que lo convirtió en uno de los primeros barrios fabriles de Barcelona.
Se construyeron viviendas para los trabajadores que, procedentes del campo, se quedaron a vivir en él. El Raval se convirtió en el barrio más denso de Europa. Entonces, se levantaron las casas fábrica, que combinaban los usos industriales con la vivienda.
Actualmente, todavía se conservan 59 de estos edificios, con nombres como Can Seixanta o la Foneria Comas. Con el fin de protegerlos, el Ayuntamiento emprendió en el 2016 un proceso para evitar el derribo de 26 de estas casas fábrica. Así, se han suspendido las licencias de obra, no se acepta la compartimentación en diversos locales y no se permite construir nuevas viviendas que alteren el espacio.
La proximidad del puerto y la proliferación de bares y salas de fiesta hizo que la parte sur del Raval se conociera como el “barrio chino”, paraíso de bohemios y de la vida nocturna.
La clase trabajadora hacía lo imposible por sobrevivir en esa zona empobrecida, donde contrastaban edificios burgueses como el Palacio Güell.
La Cultura de El Raval
En los años ochenta, la Administración impulsó políticas de reformas urbanísticas y de creación de equipamientos para la comunidad. Actualmente el barrio tiene 300 equipamientos culturales, entre los que destacan la Biblioteca de Cataluña, numerosos teatros y museos como el MACBA o el Museo Marítimo.
Además, también está la Filmoteca, situada en la plaza de Salvador Seguí; el Raval más cinéfilo vive en el corazón del “barrio chino”.
En este lugar la prostitución todavía está presente. Tanto vecinos como Ayuntamiento luchan por mejorar y desestigmatizar a este colectivo.
Otra característica que evidencia que es un barrio lleno de matices es la interculturalidad. Aquí es fácil estar de cháchara con alguien proveniente de Bangladesh, de Pakistán o de Marruecos.
Las personas de otras culturas y de etnia gitana se integran en el tejido asociativo del barrio y son un exponente de la red vecinal local. La Ravalstoltada, un carnaval intercultural, es el mejor ejemplo.